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Carlos Velasco A.

APLICACIÓN PRÁCTICA DE TABLAS DE VERDAD (técnicas para implementarlas)

Problema: Los profesores del programa preuniversitario, se encuentran desde hace algún tiempo impagos en sus haberes, por lo que plantean tomar una medida de hecho, aunque aquello podría afectar a los estudiantes.


Mediante decisión mayoritaria pero no unánime, deciden paralizar las labores durante todo un día, como estrategia de presión a las autoridades, para que atiendan la situación que atraviesan.


Hasta ahí podríamos establecer simbólicamente el problema de la siguiente manera:

p: Profesores impagos q: Paralización de labores r: Alumnos perjudicados

(p ^q) —› r


Este planteamiento errado, permite al Director académico recordarles que al carecer hasta la fecha de contratos firmados, podría haber represalias al tomar una medida que afecta específicamente a quienes los maestros educan y los conmina a que vuelvan a las aulas, con la oferta que junto con el cuerpo directivo gestionarán ante las autoridades la solución al problema financiero.


Ante la posibilidad de que ciertos maestros, agobiados por la necesidad y el temor, es decir aspirar cubrir sus necesidades financieras con el pago de sus labores y paralelamente temer perder sus trabajos, quisieran suspender la medida, los dirigentes del paro deciden, calificar a quienes puedan dudar, como malos compañeros y poco profesionales, así como impedir opiniones contrarias a la acción tomada a aquellos que recientemente se incorporan, lo que no abona en el clima de unidad que debe existir en casos como estos.


Solución: Siendo la deuda un hecho real, la medida se justifica, siempre y cuando los estudiantes no sean afectados, por lo que diseñaremos una tabla de verdad tomando esas consideraciones y si ésta resulta verdadera en todos sus componentes, se continuará con la paralización pues al ser una TAUTOLOGÍA, entenderemos como bien aplicado el razonamiento.


Si los componentes en su totalidad resultan negativos, se buscará otra fórmula de reclamo pues sería contradictoria al objetivo planteado, es decir se trataría de una CONTRADICCIÓN.


Finalmente si existe al menos una verdad o una falsedad en el resultado, estudiaremos alternativas de negociación, pues el resultado demostraría una CONTINGENCIA.


Planteamiento definitivo:


p: Profesores impagos q: Paralización de labores ¬ r: Alumnos no perjudicados


(p ^q) ‹—› ¬r : Se lee que los profesores impagos paralizarán las labores si y solo si los estudiantes no son perjudicados.


Habiendo tres proposiciones, el número de filas de nuestra tabla, será 2 al cubo es decir 8.

Como el conector principal es el ‹—› resolveremos primero la conjunción (p ^q) por lo que serán V solamente los casos en los que ambas sean verdades y las restantes serán F. Posteriormente haremos una columna de ¬r que corresponde a lo opuesto de r. Finalmente conectaremos (p ^q) con el ¬r cuyo resultado es que si la columna de (p ^q) es similar a la columna de ¬r serán V y en caso de no ser iguales serán F.


Al existir cuatro V y cuatro F, vemos que se trata de una CONTINGENCIA lo que no descalifica la medida tomada ni se justifican temores de represalia pues el planteamiento observa la bicondicionalidad de no perjudicar a los estudiantes, mientras se exigen los derechos legítimos de los profesores, por lo que los directivos de los profesores, deben estudiar algunas alternativas de negociación para lograr los objetivos planteados.

Para llevar al campo real este resultado, comenzaremos indicando que si se usaran ciertas técnicas, ni siquiera hubiese sido necesario tomar la medida de hecho o que una vez tomada, se hubiese conseguido el mayor apoyo posible tanto de los docentes (sin descalificarlos), como de los alumnos al involucrarlos en una causa que una vez resuelta, beneficia a todos, pues los profesores debidamente remunerados, tendrán una mejor actitud en el momento de impartir sus clases.


La asertividad es la actitud de defender tus derechos sin herir a los otros


• Nunca discutas, repite tu afirmación, Robert Owen.

• La asertividad está diseñada para defenderse inteligentemente, Walter Riso.

• La asertividad no es lo que haces, es lo que eres, Cal Le Lun.


Técnicas asertivas para afrontar con éxito una discusión

Antes de enumerar las técnicas asertivas, creo que merece la pena definir qué se entiende por una persona asertiva o, mejor, dicho, cuáles son las cualidades que definen a una persona asertiva. A grandes rasgos, una persona asertiva se define por:

• Saber decir que no y mantener con firmeza su postura, aunque sea contraria a la de la mayoría. • Expresarse de forma fluida y sin titubeos. • Mirar a los ojos de las personas ante su postura. • Hablar sin denotar agresividad ni en el tono ni en las palabras. • Saber verbalizar un problema y buscar la mejor manera de resolverlo. • Reaccionar y exigir respetuosamente cuando no se siente respetada o escuchada. • Criticar de manera constructiva y respetuosa. • Expresar sentimientos verbalizándolos.

Estas son algunas de las cualidades de una persona asertiva. No sé hasta qué punto te sentirás identificado con estas cualidades. Tal vez no te hayas visto reflejado para nada en ninguna de ellas. Si es así, no te preocupes. Las conductas o habilidades para ser asertivos se aprenden porque son hábitos de conducta. Y se aprenden desde la imitación y la propia observación de uno mismo. Las personas poco asertivas suelen sufrir mucho cuando se enfrentan por algún motivo ante una discusión. Para ello existen las técnicas asertivas que permiten afrontarlas con las mejores garantías. 1. Técnica del disco rayado.

Técnica que consiste en repetir una y otra vez tu afirmación sin alzar la voz, de manera calmada, sin agresividad verbal y sin entrar en provocaciones.


Ejemplo:

– Nunca me escuchas cuando te hablo. – Sí te escucho. Lo que pasa es que me has hablado cuando estaba corrigiendo unos ejercicios. – ¡Sabes perfectamente que cuando hablo nunca me escuchas! – Te repito que, cuando me has hablado, estaba pendiente de la corrección y no he podido escucharte.

2. Técnica del banco de niebla.

Consiste dar la razón a la persona, pero sin intención inmediata de seguir discutiendo sobre el problema inicial para no agravarlo. Hay que cuidar mucho el tono porque puede provocar una reacción agresiva del interlocutor. Ejemplo:

– Nunca me escuchas cuando te hablo. – Puede que tengas razón. – ¡Claro que tengo razón! – Es posible. – ¡Claro que es posible! – Ya, no te lo voy a negar.


3. Técnica para el cambio.

El gran valor de esta técnica es que no genera agresividad en el interlocutor. Consiste en enfocar la discusión, es decir, se sale fuera del foco de la discusión para adoptar una visión global que posibilite relativizar la propia discusión. Ejemplo:

– Nunca me escuchas cuando te hablo. – No te escucho porque tienes el don de hablarme cuando más concentración necesito. – ¡Cómo puedes decir eso! – Mira, discutiendo así no llegaremos a nada. Tú sabes bien cómo nos sentimos después de este tipo de discusiones. Es tarde y hemos tenido un día muy largo. Valoremos si vale la pena continuar. ¿Te parece bien?

4. Técnica del acuerdo asertivo.

Esta técnica asertiva da la razón al interlocutor, es decir, se cede, pero se insiste en el error cometido y no en como uno es. Esta técnica guarda una relación directa con la frase: la asertividad no es lo que haces, es lo que eres. Aborda el peligro de etiquetar a las personas. Ejemplo:

– Nunca me escuchas cuando te hablo. – Tienes razón al decir que no te escucho, sobre todo cuando estoy corrigiendo. Pero en otras circunstancias no es así.

5. Técnica de la pregunta asertiva. La técnica de la pregunta asertiva tiene como punto de partida pensar que la crítica hecha por nuestro interlocutor es positiva. Así se consigue que la persona con la que se discute deje de ser tu enemigo para pasar a ser tu aliado. Para ello se formula una pregunta en la que se incide en la manera en cómo se puede mejorar. Ejemplo:

– Nunca me escuchas cuando te hablo. – ¿Qué crees que podría hacer para que esto no volviera a ocurrir?

6. Técnica de ignorar. Esta técnica se suele recomendar cuando el interlocutor está muy nervioso, alterado o enfadado. Se trata de una técnica delicada porque el tono sosegado que se emplearía puede entenderse como una provocación. Se recomienda ser lo más empático posible.

Ejemplo:

– ¡Estoy harto de que nunca me escuches! – Ahora estás muy mal humor. De ahí que crea conveniente aplazar esta conversación para otro momento más idóneo.

7. Técnica del aplazamiento asertivo. Se trata de una técnica muy útil cuando no se sabe qué responder en ese mismo instante, cuando percibimos que no se sabe dar una respuesta efectiva y clara inmediata. Si el interlocutor insiste, se puede alternar con el banco de niebla. Ejemplo:

– Nunca me escuchas cuando te hablo. – Mira, no es la primera vez que me haces esta afirmación. Ya ha ocurrido otras veces entre nosotros y sabes lo delicado que es. Te propongo aplazarlo porque en este preciso momento estoy en plena corrección de exámenes.

Técnicas asertivas. A modo de conclusión.

Siempre he odiado discutir.

Siempre he odiado el enfrentamiento.

Siempre he odiado la agresividad física, y también la verbal.

Las técnicas asertivas tienen la gran ventaja de que son capaces a afrontar cualquier discusión partiendo del respeto de uno hacia el otro, partiendo del respeto hacia uno mismo. Soy consciente de que aprender y poner en práctica estas técnicas lleva su tiempo, pero creo que la lectura de este artículo puede ser un punto de partida para convertir una discusión no en un problema, sino en una oportunidad.



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